Hola viajer@s!!!
En el día de hoy os traemos una nueva publicación en nuestro blog de viajes. En esta ocasión, os describimos la visita a la espectacular Cisterna Basílica, situada en la extraordinaria zona de Sultanahmed, en Estambul.
Durante una de nuestras rutas en autocaravana por Turquía, visitamos la extraordinaria y excepcional ciudad de Estambul.
El casco histórico de Estambul es conocido como Sultanahmed, donde se sitúan algunas de las joyas más importantes y destacadas de esta maravillosa ciudad otomana.

Como ya sabéis, nosotros viajamos siempre en nuestra autocaravana y decidimos quedarnos unos días para visitar la ciudad de Estambul, nos quedamos con nuestra autocaravana entre el mar Mármara y Sultanahmed, pudiendo ver los altos y estilizados minaretes de la Mezquita Azul desde nuestro lugar de pernocta.

Toda la zona de Sultanahmed fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, podemos encontrar algunos de los tesoros, los más maravillosos monumentos y puntos de interés como la magnífica Santa Sofía, el Palacio Topkapi o la Mezquita Azul, entre otros. En esta ocasión, visitamos la maravillosa Cisterna Basílica de la antigua Constantinopla.

En esta ocasión visitamos la impresionante Cisterna Basílica, situada en la zona de Sultanahmed, muy cerca de la Basílica de Santa Sofía y del Palacio Topkapi.
La visita a la Cisterna Basílica te deja sin palabras y completamente maravillado.
La Cisterna Basílica, también llamada Yerebatan Sarayi (Palacio Sumergido) es la más grande de las 60 antiguas cisternas que se construyeron bajo la antigua Constantinopla, ahora, la ciudad de Estambul.

Se sitúa en la zona histórica de Estambul, en Sultanahmed. La Cisterna Basílica es una estructura subterránea, es la estructura más antigua de Estambul. Su construcción fue encargada por el emperador bizantino Justiniano y construida en el año 532. Fueron utilizadas 336 columnas, la mayoría rescatadas de templos antiguos en ruinas, con capiteles sensacionalmente bien esculpidos.

La cisterna tiene 140 m de largo y 70 m de ancho, y cubre un área rectangular, una estructura de enormes dimensiones. Es accesible a través de una escalera de 52 escalones, la Cisterna Basílica alberga 336 columnas, cada una de las cuales tiene 9 metros de altura. Erigidas a intervalos de 4,80 metros entre sí, las columnas están compuestas por 12 filas, cada una con 28 columnas. Los capiteles de las columnas son en su mayoría de estilo corintio y jónico, a excepción de unas pocas de estilo dórico sin grabados.
La cisterna tiene paredes de ladrillo de 4,80 metro de altura, y el piso está cubierto por ladrillos y cubierto por una gruesa capa de mortero de polvo de ladrillo que le aporta la impermeabilidad.

Su nombre se debe a que fue construida bajo la Basílica Stoa, una de las grandes plazas edificadas sobre la primera colina. Fue construida para abastecer de agua al Gran Palacio y a los edificios colindantes. Tenía una capacidad de 100.000 metros cúbicos conducidos a través de una red de 20 kilómetros de acueductos desde un embalse situado cerca del mar Negro. Fue clausurada tras el abandono, por parte de los emperadores, del Gran Palacio.
La razón de su construcción fue para evitar ser vulnerables durante un asedio de la ciudad, la antigua Constantinopla, ya que si los atacantes destruían el Acueducto de Valente se quedarían sin suministro de agua.

Según los antiguos historiadores, el emperador Constantino el Grande, construyó una primera estructura que fue reconstruida y ampliada más tarde por el emperador bizantino Justiniano después de los disturbios de Niká del año 532 d. C.
La cisterna proveía agua para el Gran Palacio de Constantinopla además de a otros edificios. El Gran Palacio de Constantinopla ocupaba la zona en la que hoy se sitúa la Mezquita Azul y de allí hasta las orillas del mar Mármara.
La Cisterna Basílica continuó su función de proveer agua tras la conquista de Constantinopla por el Imperio Otomano a manos del sultán Mehmed el Conquistador en el año 1.453. Proveía de agua al espectacular Palacio Topkapi desde la conquista por los otomanos hasta los tiempos modernos.

Los jardines del Palacio Topkapi se regaban con las aguas de Yerebatan Sarayi, hasta que se construyó un sistema de riego propio del palacio.
Los otomanos siempre prefirieron el agua corriente al agua almacenada así que dejaron de utilizar la Cisterna Basílica desde el final del siglo XIV.
Fue redescubierta ya en el siglo XVI por un investigador holandés, P. Gyllus, que viajó a Estambul entre los años 1.544 y 1.550. Descubrió la existencia de la Cisterna Basílica tras investigar los relatos de muchos vecinos que habitaban la zona, comentaban que algunos de ellos, tenían agua en pozos de su sótano y que podían extraer el agua e incluso, a veces, hasta peces.
El holandés, Gyllus, descubrió las escaleras de acceso a la increíble Cisterna Basílica y tras estudiarla publicó su estudio sobre el monumento en su libro de viajes.

Ya a mitad del siglo XIX, la Cisterna Basílica fue restaurada después de que estaba siendo utilizada como almacén de madera. El gobierno de la ciudad de Estambul, por fin, entre los años 1.985 y 1.987 decidió limpiarla y restaurarla para prepararla para que los viajeros y turistas pudieran visitarla. En esos años se extrajeron unas 50.000 toneladas de barro de su interior.
Colocaron unas pasarelas de madera prácticamente al nivel del agua, que mantienen bajo, para que los visitantes de esta impresionante estructura subterránea podamos pasear y descubrir su majestuosidad por la totalidad de la Cisterna Basílica y así poder asombrarnos con sus dimensiones y ante las columnas con base de cabeza de Medusa, el ser mitológico con cara de mujer y pelo de serpientes; que si la mirabas a los ojos te convertía en piedra.

Las dos columnas con su base de la cabeza de Medusa las encontramos en la esquina noreste de la Cisterna Basílica. El origen de estas cabezas talladas es incierto, se cree que fueron traídas hasta aquí, al interior de la cisterna, tras ser retiradas de un edificio del último periodo romano.
Se dice que estos bloques de piedra tallados, fueron colocados orientados hacia los lados y boca abajo para anular los poderes de la mirada de la Gorgona o Medusa que dejaba petrificado a quien osaba mirarla.
La Cisterna Basílica es hoy uno de los lugares y monumentos más visitados y famosos de toda la ciudad de Estambul.

Como curiosidad, destacar que este espectacular enclave, fue escogido como localización para algunas famosas películas como: Desde Rusia con amor, del 1.963 perteneciente a la famosa saga de James Bond. Además fue escogido este lugar para el final de la película The International del año 2.009. También, la espectacular Cisterna Basílica, fue el lugar escogido por el famoso escritor Dan Brown, donde sitúa el final de su novela Inferno en este impresionante lugar. Como no podía ser de otra forma, la película protagonizada por el famoso actor Tom Hanks, Inferno basada en la novela de Dan Brown, finaliza al igual que la novela, en la impresionante Cisterna Basílica de Estambul.
Hoy en día es uno de los lugares más famosos y extraordinarios de Estambul. La sensación de recorrer la Cisterna Basílica es de estar paseando en un palacio subterráneo con sus magníficas columnas y su techo abovedado.

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