Hola Viajer@!!
Estamos encantados de poder contarte una de las mejores experiencias que puedes llevarte de un viaje… y para ello, no podíamos estar en otro lugar que no fuese Marruecos que ya de por sí es un país lleno de esencia, identidad y exóticas costumbres.
Después de recorrer gran parte del país y conocer lugares y personas maravillosas, llegamos a una de sus ciudades más importantes y visitada por gente de todo el mundo, Marrakech… una ciudad única y diferente rodeada por el sistema montañoso del Altlas.


Además, es una perfecta base para hacer excursiones a otras localidades cercanas como Ouarzazate, Essaouira o las Cascadas de Ouzoud. Si dispones de tiempo, puedes llevarte una experiencia única con una excursión de varios días al desierto del Sahara, tanto a la zona más cercana desde Marrakech que es Zagora, típica entrada de las antiguas caravanas del desierto o al más lejano pero mucho más espectacular Erg Chebbi, en Merzouga, al que os acercaremos en próximas publicaciones. Durante el trayecto hasta el desierto disfrutarás de lugares increíbles como Aït Ben Haddou y cruzarás la imponente cordillera del Atlas.



La mejor opción para llegar a Marrakech es en coche, lo que te permitirá hacer una ruta más completa y detallada y sobre todo moverte a tu aire. Desde Algeciras o Tarifa es fácil coger un ferry que te lleva hasta Tánger. Desde allí es cómodo llegar en tren, en un trayecto de casi diez horas durante la noche que tiene salida a las 21.30h. El tren tiene una red bastante limitada por lo que se complementa con la red de autobuses. Puedes consultar horarios en http://www.oncf.ma La estación de autobuses CTM, la que cuenta con más servicios, está a unos 15 minutos a pie.
Otra opción es por aire. Marrakech cuenta con un aeropuerto al que llegan multitud de compañías desde Europa. Desde el aeropuerto, si decidís ir hasta la medina en taxi son entre 85 y 100 MAD, dependiendo si es de día o de noche.


Marruecos es un país sensorial, sonidos, olores, color… y Marrakech es 100% la esencia de esto. La medina, encierra casi todos los monumentos que hay que conocer en tu viaje a la ciudad. Su visita top, la Plaza Djemaa el Fna, lugar emblema de la ciudad marroquí, es sin duda el mejor lugar para poner a prueba todos tus sentidos. Es un verdadero teatro al aire libre en donde se reúnen los más pintorescos personajes que te ofrecen su espectáculo a cambio de un aplauso o unos pocos dírhams.



La ciudad, es para disfrutar en diferentes momentos del día. La plaza está rodeada de restaurantes con azoteas desde donde tienes las mejores vistas al tremendo teatro callejero.
En cualquiera de ellas puedes disfrutar de ensaladas, tajines y otras comidas típicas y exquisitas. Lo ideal es coger sitio para la puesta de sol. Mientras esperas pídete un té moro, preparado con mucha hierbabuena o menta, caliente y muy dulce.


Encantadores de serpientes, músicos, cuentacuentos, pequeños monos con tutú para sacarte una fotografía y los conocidos músicos gnawa que bailan al son de su música haciendo mover de forma graciosa el pompón de sus sombreros. Al caer la noche, la plaza se llena como por arte de magia de puestecitos de comida que ofrecen tajines y otras comidas locales.



Con su torre de más de 70 metros de altura y construida en el siglo XII, desde la plaza, como desde otros muchos puntos de la ciudad, se ve el minarete de la Koutubia desde el que se produce la llamada a la oración cinco veces al día y cerrada a los no musulmanes. Momento en el que vives una de las mejores experiencias durante la estancia en el país. La Koutubía es hermana de la Giralda de Sevilla y de la de Hassan II de Rabat, ya que sirvió de inspiración para la construcción de ambas. Si te pierdes, busca el minarete para guiarte, es el mejor truco para volver al punto que necesites.



Desde el norte de Djemaa el Fna se extienden los zocos centrales y la mayoría de las mezquitas a los que llegarás a través de un laberinto de callejuelas. Puedes recorrerlas a tu aire ya que no son tan difíciles como las de Fez pero si puedes ir acompañado por un guía ahorrarás mucho tiempo en busca de tus visitas y te permitirá conocer su maravillosa historia
El zoco, como en toda ciudad marroquí, es pura esencia medieval. Aquí, la mezcla de olores y color agudiza tus sentidos. El regateo se convierte en el juego preferido de los tenderos que te ofrecen artesanía de cuero, especias, fruta, babuchas, ropa… y todo tipo de productos típicos que cubren las calles. Para disfrutar de la experiencia, deja las prisas y recorre las calles explorando cada rincón.

Desde aquí llegamos a la Madraza Ben Youssef, una de las escuelas coránicas más importantes del mundo islámico junto con la de Bu Inania, en Fez. Fue fundada en el siglo XIV y se construyó para los estudiantes de la mezquita Ben Youssef situada enfrente. Con 130 dormitorios que rodean el patio, albergaban en su día hasta 900 estudiantes. La decoración típica andalusí es un conjunto espléndido de coloridos azulejos y ventanas de cedro talladas.






Al sur de la Djemaa el Fna , nos quedan visitas imprescindibles. El Palacio Bahia fue construido en el siglo XIX con la intención de ser el más impresionante. Y la verdad es que es uno de los más bonitos de los que se puedes visitar en la ciudad. La parte más destacada abierta al público y con una recargada decoración es el harén en la que vivían las cuatro esposas y veinticuatro concubinas de Bu Ahmed.




Dirección sur y en la misma zona, muy cerca unos de otros, están también El palacio el Badi, la Mezquita de la Kasba y el Yazid y las Tumbas Saadíes y el Palacio real, este último, no abierto al público, está junto a la Mellah del barrio judío.
El Palacio el Badi aunque a día de hoy casi en ruinas, fue una gran construcción del siglo XVI llevada cabo por el sultán Ahmed al-Mansur con un enorme patio y más de 300 habitaciones decoradas con oro y turquesas que años más tarde sería saqueado y abandonado a su suerte. Su mayor atracción es el púlpito de la Koutubía con una excelente decoración realizada por artesanos llagados desde Córdoba.


Recorriendo unas cuantas callejuelas dirección oeste, nos encontramos la Mezquita de la Kasbah, construida a finales del siglo XII por orden de Yacub el Mansour. Está cerrada para los no musulmanes pero una vez estés frente a ella te cautivará.

A la Mezquita de la Kasbah también puedes acceder por una de las puertas más espectaculares de las diecinueve que tiene la medina, la Bab Agnau, una joya del arte almohade desde la que ya se ve el hermoso minarete de color verde.
Al sur de Bab Agnau, también podemos disfrutar de la Bab er-Rob, que era la puerta sur original de la ciudad, aunque no tan impresionante como su vecina.


Al lado de la Mezquita de la Kasbah, está una de las visitas más deseadas por los turistas de Marrakech, las Tumbas Saadíes situadas en un pequeño jardín cerrado. Más de 100 tumbas en las que se enterraron los cuerpos de la Dinastía Saadíe. En el mausoleo más destacado se encuentran las tumbas del sultán Ahmed al-Mansur y su familia. Te recomendamos madrugar para evitar colas.




Marrakech también ofrece su parte moderna con interesantes galerías de arte, bonitos jardines y glamurosos restaurantes. Es la Ville Nouvelle o ciudad nueva. Desde la plaza Djemaa el Fna la mejor opción es llegar en taxi o autobús urbano, aunque también puedes ir en una caminata de treinta minutos. Un entretenido paseo también será recorrer el Jardín botánico Majorelle, propiedad del famoso modisto francés Yves Saint Laurent con más de 300 especies o, aunque a las afueras de la ciudad, los Jardines de la Menara. Te recomendamos ir hasta ellos en petit taxi que te cobrará entre 15-20 MAD, ya que son más de 2 kilómetros desde la medina. Su ubicación junto a las montañas del Atlas te brinda una de las mejores puestas de sol y una de las mejores fotografías de tu viaje a Marrakech. Al igual que la plaza Djemaa el Fna está clasificado como Patrimonio Cultural Mundial por la UNESCO.


Ya que estamos de relax, un paseo por el Palmeral te resultará imprescindible. Está a unos 10 kilómetros de la ciudad. Es un parque milenario que antiguamente tuvo hasta 13.000 hectáreas. Hoy en día más de 100.000 especies de árboles, principalmente palmeras. Desde la plaza.
Si te decides a viajar a esta indescriptible ciudad, te recomendamos alojarte en uno de sus maravillosos Riad. Mansiones con increíbles patios que se esconden detrás de puertas repartidas por la medina. Una vez dentro te invade la paz, tan necesaria después del caos de las medinas marroquíes. Cuando visitamos Marrakech si no lo hacemos con nuestra querida autocaravana, nos quedamos en el Riad Sidi Mimoune, situado en el barrio con el mismo nombre a pocos pasos de la plaza Djemaa el Fna. Las habitaciones preciosas, el desayuno inmejorable y el trato excelente. Para nosotros un 10 😊


Una vez vives esta experiencia, es difícil seguir tu camino sin olvidar lo que has visto. Durante días te persigue el sonido, el olor a comida y el inolvidable bullicio de Djemaa el Fna.

Ven de ruta en autocaravana con nosotros !!! 😊😊😊
Completa nuestro formulario de contacto.
Te realizaremos un presupuesto personalizado sin ningún compromiso !!!
Vive tu mejor aventura !!!
Completa nuestro formulario de contacto.
Te realizaremos un presupuesto personalizado sin ningún compromiso !!!
Vive tu mejor aventura !!!